domingo, 7 de abril de 2019

EL ALTAR DE LA CIUDAD ALTEÑA

Yatiri, literalmente, significa “la persona que sabe”, maestro, guía, chamán, brujo, sanador así se les llamaba a los jefes de las comunidades aymaras desde hace miles de años. El mundo aymara está poblado de espíritus (ajayus) y hace referencia a un especialista que lee hojas de coca y pasa misas a los achachilas (ancestros masculinos) y las awichas (ancestros femeninos) para conseguir salud, buena suerte, buenas cosechas y prosperidad. También ejecuta rituales de curación y limpieza.
En la ciudad de El Alto se puede observar que existe mayor creencia en los maestros “Yatiris”, ya que esta ciudad tiene raíces andinas, donde la aceptación de nuestras tradiciones y culturas milenarias son más fuertes. Estas costumbres se trasladaron del área rural al área urbana, hace aproximadamente 50 años, desde ese entonces ha ido incrementando paulatinamente la cantidad de yatiris en la ciudad alteña.
En la avenida panorámica sur de la Ceja de El Alto, existe un lugar reservado para creyentes de la Pachamama “Madre Tierra”. Este lugar está caracterizado por los anaqueles de Amautas, más conocido como "Yatiris" que realizan una variedad de trabajos ceremoniales o "mesas" como ellos lo llaman, para la satisfacción del cliente.


En estos ambientes se observa una gran cantidad de sahumerios esparciéndose en el aire, gracias al fuego. Los maestros Yatiris se sentían de alguna manera intimidado con la visita de periodistas al lugar, son muy reservados al hablar de su oficio y en un 90% no quisieron aportar con ningún argumento o declaración. Sin embargo, se pudo conversar con algunos de ellos y obtener información acerca de este oficio.
TRABAJO

Cada uno tiene una forma peculiar de hacer su trabajo, existen hombres y mujeres que realizan estas mesas o wajtas como ellos lo denominan, para mejorar: los negocios, el estudio, el amor, la salud y todo tipo de satisfacción que quieran tener el cliente. Todo esto se hace realidad si hay una fe sobre ello.
Una mayoría de las personas que acuden a estos sitios, van para mejorar los negocios y la economía de su familia, otra de las razones por lo que más visitan a los Amautas es para que sanen a las personas enfermas, afirma Don Jose (nombre ficticio) quien es maestro amauta.


Muchas de las personas que van a estos lugares tienen creencia en la pachamama (madre tierra), y el requisito principal para que todos los pedidos que hacen los maestros yatiris  para sus clientes es la fe, porque antes de realizar un trabajo siempre preguntan si tienen fe, de lo contrario saldrá mal los pedidos que realizan a la pachamama.
Las personas que más acuden a estos lugares son de la ciudad de El Alto, porque, la mayor parte de ellos son migrantes del área rural, en donde desde pequeños fueron inculcados con las creencias espirituales y con todo lo que esté relacionado con la madre tierra y al llegar a la ciudad buscan un lugar donde puedan hacer sus peticiones y poder seguir con las tradiciones que tienen.
Existe también un dato interesante y difícil de comprender: es la mezcla de creencias de estas personas que acuden a los yatiris, ya que al trasladarse de lugar y conocer nuevas culturas, mucha gente ha confundido su religión. Por ejemplo, hay personas que piden y oran el padre nuestro, hasta llegan a asistir a la iglesia para escuchar una misa, sin embargo, también realizan wajtas en agosto para que prosperen en diferentes aspectos
.
Esta costumbre ancestral ha ido ampliándose más con el tiempo, son prácticas que son efectivas para las personas que creen en ella, es decir, que tienen fe. Porque si estos rituales no tendrían ninguna efectividad, poco a poco iría desapareciendo, pero al contrario ha aumentado la cantidad de yatiris en la ciudad de El Alto, lo cual también se convierte en un problema social, porque hay personas que se aprovechan de la fe que tiene la gente y se hace pasar por yatiris y engaña a los creyentes por altas sumas de dinero.






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